Las videollamadas son una herramienta digital muy útil para conectarnos con una o diversas personas de forma rápida, una modalidad que se hizo aún mayor cuando todos nos encontrábamos en cuarentena por la pandemia.
Sin embargo, aún con su gran utilidad, seguro alguna vez sentiste que te costaba mantener la atencion de lo que estabas escuchando, pues un nuevo estudio ha encontrado que nuestro cerebro "se duerme" durante las videollamadas.
El trato a distancia mediante una pantalla afectaría negativamente a las conexiones reales, pues durante las videollamadas no se concretan de forma satisfactoria, además de que las distracciones son más frecuentes que cuando hablamos en persona.
Normalmente, nuestro cerebro está configurado para procesar señales faciales dinámicas que nos hacen conectar con las personas que estamos hablando, una capacidad que se pierde durante las conferencias de vídeo, aún cuando estamos viendo a otra persona en la pantalla.
En las conversaciones cara a cara también hay períodos más extensos de mirada atenta, en relación con las videollamadas, presentando un mayor diámetro en las pupilas, que se asocia al incremento de la actividad cerebral.
En conclusión, la investigación sugiere que las interacciones cara a cara se distancian de las virtuales por la forma en que nos miramos. Incluso ahora con la gran calidad de algunas cámaras, las limitaciones de software siguen presentando esa falta de conexión que se da en las pláticas en persona.
Así que ya sabes, no es que te aburran esas pláticas a través de videollamada, es solo que tú cerebro prefiere "dormirse" durante ese tiempo.