Al pensar en algo relacionado con el area de la salud, seguramente se te vendrá a la mente las batas blancas de los médicos, pues el color blanco ha acompañado durante muchos años a esta profesión.
Sin embargo, hace muchos años los doctores vestían con uniformes negros, color asociado con la formalidad y la seriedad, y que además ayudaba a disimular y ocultar la suciedad.
Por esta razón, los médicos apenas limpiaban su uniforme, por lo que la falta de higiene estaba presente en cualquier tipo de operación o consulta, con su ropa convirtiéndose en un foco de transmisión de infecciones.
Aunque hoy suene descabellado, durante esos tiempos no se conocía la importancia de la higiene para evitar la propagación de enfermedades. Incluso existen imagenes donde los médicos profesionales van vestidos con trajes de calle y sin guantes ni mascarillas.
Mejoras en la higiene
Fue hasta mediados del siglo XIX cuando se comenzaron a implementar medidas de higienización para la medicina, esterilizando las zonas de trabajo y dando prioridad a la limpieza en los hospitales y las consultas.
Es aquí cuando las batas blancas comenzaron a utilizarse en los doctores, pues daban esa sensación de limpieza, además de comenzar a asociar el color blanco con la vida, la protección y la salud.
Al ser el uniforme de la medicina de color blanco, se podían notar las manchas de sangre o de cualquier tipo, por lo que la gente podía confiar en aquellos doctores que tenían su bata blanca impecable, sin miedo a infectarse de alguna enfermedad.
Ahora es imposible no asociar el color blanco con la medicina, los doctores y la salud.