Todos alguna vez hemos escuchado que el dinero no da la felicidad, pero también una de las ideas de nuestra sociedad es que cuanto más dinero tenga una persona más segura y feliz estará. ¿Cuál de los dos puntos tiene la razón?
Esa fue la pregunta que se hizo un nuevo estudio que entrevistó a un grupo de 100 mil adultos trabajadores, encontrando que la mayoría de personas prefiere no ''perder tiempo'' para conseguir dinero, pues las personas verdaderamente felices ''gastan dinero'' en conseguir tiempo para sí mismos.
Los resultados revelaron que aquellos que estaban dispuestos a renunciar a ganar más dinero a cambio de recuperar tiempo libre, experimentaron “relaciones sociales y carreras más satisfactorias, así como más felicidad”.
Los investigadores sostienen que las personas que priorizan el tiempo sobre el dinero, por ejemplo, rechazando un ascenso que requiera más tiempo, tiene una mejor calidad de vida.
Riqueza de tiempo
Todas las personas que tienen el ''lujo'' de contar con el tiempo suficiente para hacer todo aquello que quieren, experimentan más alegría, hacen más ejercicio, comen mejor, son más productiva y tienen menos probabilidades de divorciarse.
Por otra parte, las personas que tienen dificultades para pagar sus deudas o se sienten inseguras sobre su futuro económico suelen sentirse más felices cuando se deciden por el dinero antes que por el tiempo.
Sin embargo, lo que perjudica nuestro bienestar no solo es la infravaloración del presente, sino también del tiempo que nos queda. Creemos que tendremos más tiempo en el futuro que en el momento presente, dejando lo que queremos hacer para después pero nunca encontrando el momento para hacerlo.
En realidad no es culpa nuestra dar prioridad al dinero, pues muchos creen que estar ocupado indica un estatus superior, mientras que si una persona prefiere ser sociable a trabajar puede ser señalada como perezosa o incompetente.
Equlibrio entre dinero y tiempo
La relación entre el tiempo, el dinero y la felicidad puede varias según la personalidad, las metas individuales y las preferencias personales, pero diversos estudios tienden a obtener más felicidad de las experiencias qu de la adquisición de bienes materiales.
Según los investigadores la clave es encontrar el equilibrio entre el tiempo que pasamos trabajando y de ocio, y las ganancias que obtenemos. Toda persona puede alcanzar un punto óptimo en la cantidad de dinero que necesitan para satisfacer sus necesidades básicas y tener un nivel razonable de comodidad.
¿El dinero da la felicidad? Sí, pero no debemos dejar que el ansia de ganar de más controle nuestro tiempo y energía.