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¿Por qué enfadarse no ayuda a calmar la ira?
¿Por qué enfadarse no ayuda a calmar la ira?

La ira es un sentimiento que la mayoría de personas prefiere evitar, pues en situaciones desafortunadas donde nuestro enojo corre por todo nuestro cuerpo, simplemente queremos hacer algo para liberarnos de esta emoción y estar nuevamente tranquilos.

Sin embargo, aunque normalmente se cree que la mejor forma de dejar de estar enfadados es desahogarnos con acciones fuertes como gritar o hacer ejercicio pesado, no existe un respaldo científico para la teoría de la catarsis.

Por supuesto, esto no significa que debamos ignorar la ira por completo, pero los expertos recomiendan que la mejor de forma de combatir el enojo es por medio de la reflexión.

Esta práctica puede ayudarnos a comprender las razones detrás de nuestro enojo y abordar los problemas subyacentes, así como facilitar la validación emocional, un paso crucial hacia una manera más sana de procesar las emociones.

Relajar la mente

Muchas personas intentan manejar la ira con ejercicio físico, pero esta actividad tampoco mejora necesariamente el estado de ánimo. Lo recomendado para controlar la ira y el enojo es hacer actividades que relajen la mente como la meditación, yoga o respiración controlada.

En lugar de buscar desahogarnos de la ira, la clave es neutralizarla reduciendo su intensidad, utilizando ténicas que ayudan a gestionar el estrés y mantenernos más centrados.

Por el contrario, aumentar la excitación causada por el enojo con ejercicio físico intenso o corriendo, puede tener un efecto adverso, aumentando en gran medida el sentimiento de ira.

En contraste, las actividades físicas que implican un juego, como los deportes con pelota, parecen reducir la excitación fisiológica, sugiriendo que el ejercicio puede ser más efectivo para reducir la ira cuando es placentero y divertido.