#MundoRaro
Por qué a veces rendirse o renunciar puede ser bueno para nosotros
Por qué a veces rendirse o renunciar puede ser bueno para nosotros

Todos alguna vez hemos estado en una situación en la que hemos pensado en rendirnos y dejarlo. Ya sea un nuevo hobbie que siempre quisimos hacer pero por más que intemos no se nos da, o una relación de amistad que aunque sea cercana, nos deja exhausto la mayor parte del tiempo.

Aunque desde chicos se nos enseña a no rendirnos y seguir adelante, algunos expertos han declarado que a veces es mejor renunciar a algunas cosas, ya que puede ser saludable para nosotros mismos.

La sociedad tiene profundamente idealizada la idea de llevar siempre las cosas hasta el final, de terminarlas en lugar de abandonarlas. Abandonar algo tiene que tener una justificación congruente, pues de lo contrario se toma como un fracaso más.

Renunciar y rendirse

Los expertos en psicología hablan de la diferencia entre renunciar y rendirse. Cuando la gente renuncia a algo, como dejar de comer tanto azúcar o dejar el alcohol, dan por hecho que algo mejor vendrá, que renunciamos a eso para tener algun cambio. Sin embargo, cuando la gente se rinde, cree que este cambio no llegará.

Por ejemplo, si has estado intentando aprender a tocar la guitarra y por la razón que sea no has sido capaz de comprometerte y aprender, pero en lugar de rendirte, sigues esforzándote o diciéndote a ti mismo que aún piensas aprender, deberás cuestionarte si realmente quieres aprender a tocar la guitarra.

Es aquí que podrás darte cuenta si de verdad quieres seguir aprendiendo algo, en este caso la guitarra, o concentrar tu tiempo y energía en aprender otra cosa que quizá se te de mejor o te motive más.

En estos casos veremos el renunciar como una oportunidad de tener éxito en otra cosa en lugar de sentir que hemos fracasado, por lo que algunas veces renunciar o dejar algo puede ser beneficioso para nosotros.

Del mismo modo, podría ser bueno renunciar a relaciones o intereses cuando te das cuenta de que ya no son vitales para nosotros. Aunque esto puede resultar extremadamente difícil, porque se supone y nos han enseñado que no debemos rendirnos.

Empezar a evaluar si debemos mantener nuestras actividades o relaciones cuando sintamos que nos demostivan será la clave para implementar el renunciar como una práctica benefica para nuestra salud mental y física.