Aunque sea una actividad que hacemos todos los días, debido a que es un proceso vital para vivir, muchos médicos y expertos de la salud aseguran que la mayoría de las personas no saben respirar correctamente.
Si bien la respiración es un proceso que se hace automático, no es algo que siempre hagamos bien. Trabajar en tener una buena respiración puede ayudar a mejorar diversas funciones del cuerpo como el sueño y la digestión, además de reducir la presión arterial y la ansiedad.
Errores al momento de respirar
Uno de los principales errores es la respiración bucal. Si respiramos por la boca generamos menor resistencia al flujo de aire, lo que hace que la frecuencia respiratoria sea mucho más rápida de lo que debería ser.
La respiración por la boca no permite que entre tanto aire en los lóbulos inferiores de los pulmones, por lo que hace que siotamos mareos y fatiga.
Otro problema es que la mayoría de las personas impulsan la respiración principalmente desde la parte superior del pecho. Al usar los músculos del pecho para respirar, el diagragma, el músculo principal responsable de la respiración, se estanca.
Si respiramos de esta forma podemos llegar a experimentar tensión alrededor del cuello y los hombros, creando una sensación de asfixia y haciendo que el cuerpo y el cerebro sientan que estamos en peligro.
Al momento de respirar también tenemos que tener en cuenta la velocidad. Expertos consideran a alguien como un ''respirador rápido'' si tiene una media de 16 a 20 respiraciones por minuto, pues lo ideal sería entre seis y ocho respiraciones (aunque una buena respiración también puede tener entre 10 y 14).
Entonces, ¿Cuál es la mejor forma de respirar?
Para tener una buena respiración se recomienda hacer este proceso de forma ligera, lenta y profunda. Para respirar ligero, tenemos que obtener un volumen menor de aire por la nariz y una exhalación agradable y suave también por la nariz, alargando la respiración todo lo que se pueda y hacer una breve pausa al final de la exhalación.
La sensación de falta de aire al hacerlo de esta forma es algo normal, pues así nos volveremos tolerantes al dióxido de carbono que se ha generado por nuestra mala práctica a la hora de respirar. Apenas se debe escuchar ningún ruido durante la respiración, y se debe visualizar una diminuta pluma flotando en el aire.
Estar más conscientes de cómo respiramos, es la clave para ayudarnos a tener una mejor salud en general.