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Por qué oler nuestras propias flatulencias es algo normal
Por qué oler nuestras propias flatulencias es algo normal

Para muchos una flatulencia o un pedo es un aspecto negativo y desagradable que nadie quiere que pase cuando estamos con otras personas, pues es un olor que se produce a causa del desecho de los gases acumulados en el cuerpo.

Sin embargo, cuando nosotros mismos nos echamos un gas al estar solos, incluso llegamos hasta olerlo y no sentir ningún tipo de asco. Aunque pueda parecer una práctica desagradable, la ciencia afirma que es algo totalmente normal.

A lo largo de nuestra vida percibimos todo tipo de aromas que identificamos como agradables y desagradables. En el caso de las flatulencias, generan cierta repugnancia en la mayoría de personas debido a que es un olor que proviene de otras persona, lo que el cuerpo percibe como una amenaza que podría originar enfermedades.

El significado de esto tiene que ver con el organismo que asocia los pedos con la material fecal, un lugar que almacena una gran cantidad de microorganismos dañinos que fueron desechados después de adquirir todos los nutrientes de las comidas.

Proceso natural

Varios estudios han encontrado que las personas expulsan un promedio de 14 flatulencias al día, lo que daría a entender que nadie se salva de esta acción, pues es un proceso natural que se utiliza para eliminar aquellas bacterias en descomposición.

Las personas que huelen sus propias flatulencias sin sentir desagrado es porque las perciben como un olor familiar, y que se puede saber el origen de donde provienen. En este sentido, los sistemas de identificación de nuestro organismo intervienen al igual que otros aromas del cuerpo como la transpiración.

Si eres de esas personas que de vez en cuando suele oler sus gases propios tienes que saber que no representan ninguna amenaza, pues gran parte de este gas se compone de sulfura de hidrógeno, un compuesto que no es dañino y que hasta resulta beneficioso para la supervivencia celular, la presión sanguínea y la prevención.

Una práctica que puede parecer rara pero es más común de lo que parece.