La memoria es una de las capacidades más enigmáticas de todos los seres vivos, pues aunque todos podemos recordar sucesos y acciones a lo largo de nuestra vida, aún se desconoce cómo funciona la información guardada dentro de nuestro cerebro.
La cantidad de memoria que tiene cada persona varía no solo en la característica de cada una de ellas, sino también en la clase de evento episódico o habilidad que se busca memorizar.
Según estudios, el humano tarda entre 12 semanas en memorizar una acción, formando hábitos a largo plazo en la vida cotidiana que se hacen de forma casi automática.
Las personas requieren un total de 18 a 256 días para alcanzar el 95% de automaticidad en la memorización de un hábito. Sin embargo, adaptar dicha acción a la vida cotidiana toma alrededor de 66 días, concluyendo que el lapso de tiempo aumenta o disminuye en base a la complejidad del hábito a adquirir.
Tipos de recuerdos
Existen tres tipos de recuerdos que las personas pueden conversar: los recuerdos a corto plazo, que duran desde segundos hasta horas; los recuerdos a largo plazo, que pueden demorar años en ser olvidados; y la memoria de trabajo, que es aquella capaz de almacenar información repetitiva.
El cerebro está compuesto por una serie de neuronas o células nerviosas denominadas ensamblaje de células. Estás, se disparan en búsqueda de un estímulo específico hasta entrar en reposo, por lo que cuando hacemos alguna actividad, las células buscan entre nuestros recuerdos para encontrar habilidades que ya hemos aprendido.
Para aprender nuevas habilidades los expertos recomiendan hacer aquello que se quiera aprender de forma cotidiana, aunque también es necesario tomar descansos breves, pues se ha comprobado que estos ayudan al cerebro a retener mejor la información.