Todos los que tienen un perro en casa saben que ellos siempre están a la espera de su regreso, pues después de unas horas fuera, las mascotas mostrarán alegría cuando vuelvan a casa, corriendo de un lado al otro o ladrando mientras mueven su cola.
Pero ¿Por qué se comportan de esta manera? Aunque en un principio se crea que la felicidad de los perros es porque reconocen a sus proveedores de su alimento, hay estudios que demuestran que los canes son capaces de tener sentimientos hacia sus dueños.
Al estudiar las resonancias magnéticas de los perros, se descubrió que no solo reconocen a los humanos como otra especie, sino que reservan en su cerebro información que tiene que ver con el ser humano como el afecto que le brindan a los miembros de sus familia.
Seres queridos
Cuando su camino identifica a uno de sus amos, la reacción química que se genera en el cerebro es muy parecida a las que tienen las personas cuando ven a un ser querido.
Como los dueños de la casa normalmente hacen todo tipo de actividades con sus mascotas, cuando están solos en casa suelen aburrirse, por lo que al ver su regreso, sienten un cambio total en su entorno.
Incluso, se ha encontrado que los perros pueden presentar trastornos psicológicos como los humanos, y entre los más comunes se encuentra la ansiedad por separación, razón por la que los perros tienen comportamientos destructivos como morder los muebles, ladrar sin parar, entre otros.
Ahora si que todos los que tienen mascotas tienen a alguien esperándolos en casa con alegría.